Esta pregunta no es menor.
Los hijos sienten que la ayuda de sus padres no es necesaria o no la consideran o simplemente no la escuchan. Hay casos en que se rechaza, se menosprecia e inclusive hay burlas e ironías. Es muy triste y muy doloroso para los padres no ser considerados en los sueños, proyectos o problemas de los hijos.
Es muy doloroso y nos aleja.
Es difícil entender que un hijo rechace el consejo de quienes los aman incondicionalmente. De quienes hagan lo que hagan nunca van a perder su amor, porque eso es imposible aunque decidan hacerlo, ningún padre lo va a conseguir.
¿Cómo desechar la ayuda de los padres? Si ellos, aparte de amar a sus hijos, les dedican todo el tiempo posible a reflexionar para ellos.
La felicidad de nuestros hijos es la extensión de nuestra propia felicidad, es un sentimiento de profunda alegría y es inentendible el por qué nos lo privamos.
No habrá un consejo más honesto y positivo que el de una madre a un hijo, y además con esa cuota de amor que sólo ellas tienen.
No habrá una mirada más profunda y sincera de la que un padre le brinda a sus hijos.
ES probable que el hijo finalmente tome otra decisión, pero antes escuchó la de sus padres.