La transparencia como un valor
Por Jorge Olalla

“De nada sirve la capacidad técnica, administrativa o financiera de un ser humano, si carece de principios o de una formación ética”
Podemos entender la transparencia desde tres puntos de vista:
- La transparencia como un fenómeno de la física que hace referencia a una cualidad de ciertos materiales, los cuales permiten el paso de la luz. Los cristales son un buen ejemplo de ello. Los objetos que no dejan pasar la luz, proyectan sus sombras.2. La transparencia como una cualidad de las personas que actúan de una manera franca, abierta, mostrándose tal cual son y sin ocultar nada. Con ello, nos estamos refiriendo a la cualidad moral de un individuo que busca actuar con claridad y se adapta a cierto conjunto de reglas y estándares de conducta.
3. Otra manera de comprender la transparencia nos sitúa en el entorno de las instituciones políticas públicas, y éstas son transparentes cuando hacen pública, o entregan a cualquier persona interesada, información sobre su funcionamiento y procedimientos internos, sobre la administración de sus recursos humanos, materiales y financieros, sobre los criterios con que toma decisiones para gastar o ahorrar, sobre la calidad de los bienes o servicios que ofrece, sobre las actividades y el desempeño de sus directivos y empleados.
La transparencia es un nuevo concepto para reafirmar las confianzas
La transparencia es una distinción que recientemente nació en el dominio de la ética y de las confianzas en empresas y organizaciones. Al menos por ahora, se la relaciona con la rendición de cuentas que las empresas o personas deben dar en el ámbito de sus funciones.
A decir verdad, es sólo un nuevo nombre para intentar corregir una vez más las viejas malas prácticas, ésas que se instalan por períodos indefinidos en las organizaciones, para el bien de unos pocos y el sufrimiento de muchos.
Por ahora vamos a referirnos a la transparencia, como aquella actitud y metodología que permite controlar los aspectos financieros de una empresa para que ésta cumpla su misión y visión con la participación de todas las personas de una organización. Sin dudas, sin juicios, en la absoluta confianza de trabajar en forma clara, transparente entre unos y otros.
La transparencia nos es nada fácil, impone obligaciónes, claridad y un gran sacrificio en sostenerla. La información que se entrega debe ser veraz, sin juicios y desde las evidencias y el sentido común, cuando éstas falten. Debe ejercerse con responsabilidad, con grandeza, nunca confundirse con un asunto personal, es un asunto divino, justo y necesario.
“Quien nada hace, nada teme”, la transparencia debería ser algo natural que a nadie debiera ofender, por el contrario, una rendición transparente reafirma las confianzas e incrementa la imagen de quien la rinde.
Hay tantos conceptos asociados a ella. La transparencia está íntimamente ligada con la ética, la claridad, la moral pública, la honestidad, la exposición e información, entre otros. Podríamos agregar un sin número de valores asociados a ella: honradez, lealtad, confianza, entre otros. Todos estos valores se ponen a prueba cuando la transparencia tiene la palabra.
Cuando decidimos poner foco en una zona oscura pueden suceder dos cosas:
- Lo que se nos revela es tal cual lo habíamos pensado.
- Lo que se nos revela nunca lo habíamos imaginado.
Cualquiera sea el efecto, la transparencia siempre va a sorprendernos, porque hasta no ver algo, nunca sabremos cómo es realmente.
Cuando no hay transparencia opera la confianza y la intuición. En este sentido podemos decir que la transparencia puede ser el camino definitivo de la confianza, la que en ese ambiente se torna absoluta.
La transparencia en el ámbito público es como las matemáticas, si el resultado de 2 más 2 no es 4, entonces hay algo que no está transparente.
Los investigadores, sea cual sea su investigación, operan siempre en las zonas oscuras y van poco a poco conociendo lo desconocido, muchas veces van a tientas hasta que finalmente la iluminan y llegan a la verdad, o al menos a su verdad.
Durante el proceso de investigación, la luz irá revelando lo que hay en las zonas oscuras y mientras más intensa sea la luz, más intensas y nítidas aparecerán las propias sombras de lo que se está revelando. Es un proceso sin fin ya que a donde llegue la luz aparecerán sombras. Es la mezcla eterna de la luz con la oscuridad.
Siendo un concepto nuevo en las organizaciones, no hay estándares precisos. En lo que sí hay un acuerdo es que la transparencia en las empresas implica que la información esté disponible sin trabas o requisitos; que sea comprensiva al incluir todos los elementos que son considerados relevantes según el criterio y sentido común de quienes la exigen.
Hay empresas en que la transparencia es un valor, es un compromiso y una actitud permanente de relacionamiento en los equipos de trabajo. Esas empresas ocupan sus energías plenamente en su desarrollo trabajando en la confianza, en la colaboración y el bien común.
Otras viven en el rumor, los juicios, la desconfianza. Ahí se desperdicia la energía y se trabaja con escasa luz, como en blanco y negro. Es lo que sucede en el tiempo previo a la oscuridad después de un día, en que todo se ve en tonos grises. El problema de esto es que además se transforma en una rutina que a todos les parece normal.
Hace un tiempo atrás llegó un nuevo Gerente a una empresa que estaba en serias dificultades económicas. A las pocas semanas de estar en el cargo convocó a todas las personas que ahí trabajaban y les proyecto una lámina donde aparecían los sueldos de todos ellos, incluido el de él. Luego proyectó otra lámina con la situación de la empresa.
Esa información nunca antes se había entregado o discutido. El impacto fue brutal, hubo hasta llantos. Una mezcla de rabia y de vergüenza invadió la sala. Nadie quedó contento con esto de transparentar los sueldos. Unos porque ganaban menos que otros, y los otros avergonzados de que todos supieran que ganaban más. Todo esto enfrentado al momento que vivía la empresa.
Al poco tiempo, sucedieron cosas muy curiosas. Empezaron las personas a reunirse dentro de la organización para ver qué hacer y todos aceptaron una reestructuración interna. Se definieron los roles de acuerdo a las reales competencias. Se ajustaron los sueldos. Algunos comenzaron a ganar un poco más y otros a ganar menos.
Se cambiaron los beneficios y se les ofreció un porcentaje de las utilidades. Algunos, los menos, tuvieron que desvincularse de la organización. Todos lo entendieron, incluso quienes se fueron.
La transparencia puede tener un impacto insospechado en las organizaciones y en la opinión pública, según sea el caso. Una empresa que carece de transparencia en lo que ofrece, en las condiciones que pide o en sus rendiciones de cuentas, cuando esto aparece, se transforma en una verdadera pesadilla ya que se derrumban las confianzas y como ya sabemos, éstas requieren de un esfuerzo enorme para reconstruirse. Por otra parte una organización que sale ilesa de una duda colectiva y lo aclara en lo que entendemos por transparencia, su imagen siempre saldrá fortalecida.
La transparencia se relaciona y se confunde con la coherencia.
El concepto de coherencia, tiene su origen en la palabra herencia, en lo que heredamos, en aquellas enseñanzas ancestrales, de nuestros padres, de nuestra educación y cultura. Cuando lo que hacemos es concordante a nuestras creencias y valores, decimos que somos coherentes. El I Ching, libro de sabiduría China milenaria, se refiere a la coherencia en un bello pensamiento:
«Aprender las leyes divinas de la vida mediante la máxima seriedad y recogimiento interno, dan lugar a que éstas se cumplan en nuestra propia persona»
La transparencia se relaciona y se confunde también con la ética.
La ética se debe entender como nuestras costumbres y hábitos, con lo que se entiende por moral. Aquí debemos reflexionar para comprender su significado. No hay leyes que rijan la ética, ésta se protege en el sentido común, es decir en lo que es el entender común de las personas. Es el modo de ser de una cultura, es lo que consideramos bueno (y justo) y lo compartimos.
Es importante entender que la transparencia no implica sólo ver las cosas oscuras que suceden en nuestro entorno, ella también nos muestra lo que hay que corregir, lo que hay que mejorar lo que podemos hacer mejor para nuestro bien común.
¿Cómo instalar la transparencia como una conducta en la empresa?
El jesuita Alberto Hurtado en sus escritos, simples pero precisos, invocaba al desafío vital de declarar nuestro ideal o conjunto de valores fundamentales que encauzan nuestra acción, lo cual vale tanto para la persona como para el grupo humano, él decía:
«Sin un ideal claramente visto es imposible construir una vida humana de verdadero valer, ya que toda acción no es más que la proyección de un ideal.
De la naturaleza de mi ideal dependerá el carácter de mi obra”.
- Para instalar la transparencia lo primero es declararla un valor fundamental.
- A partir de esto ésta se enseña con el ejemplo y la orientación de los líderes. Son ellos los que deberán expresar desde sus acciones este valor. La transparencia es contagiosa.
- Otro beneficio de la transparencia es que incrementa el espíritu de colaboración. Esto es importante en una sociedad que se educa y opera en la competitividad. Vivimos en una eterna competencia, en el crecer por crecer, a veces sin escrúpulos ni valores.
“Todos los dones que nosotros hemos recibido son para trabajar al servicio de los demás”
(Padre Alberto Hurtado)
De esta forma, mientras la competencia nos divide para que cada uno sume por su lado, la colaboración nos reúne para sumar juntos. Es lo que entendemos por una buena vida ¿Para qué vivir queriendo siempre más y más y más a costa de nuestra salud y muchas veces a costa de nuestros principios? Eso no es necesario. Podemos vivir en la transparencia y en la colaboración y progresar de una manera inimaginable, desarrollándonos en el bienestar y el crecimiento personal.
Cuando habitamos un ambiente de transparencia, cambian las prácticas y éstas se rediseñan en beneficio de todos, sin excepción, con acuerdos en que impere el sentido común, las normas y leyes, el respeto y la confianza.
La transparencia no da lugar a interpretaciones, tiene las evidencias y el sentido común a su favor.
La decisión de incorporar la transparencia como un valor y una conducta empresarial no es fácil. Esto conlleva a un cuidado mucho mayor en lo que se está haciendo, ya que el ejemplo personal e institucional es fundamental para que la transparencia se instale.
En pocas palabras: la transparencia nos enseña a hacer las cosas bien en vez de hacerlas mal. Es algo tan simple como eso.
La transparencia en la ontología del lenguaje
La distinción de transparencia en la ontología del lenguaje, es una emoción.
Para describir esta emoción se dice que ésta nos sucede en el fluir de la vida. Es cuando estamos en una reflexión que nos atrapa hasta el punto de abstraernos del cuerpo, el cual continúa realizando las tareas como si estuviese programado. La transparencia por tanto, se define como la actividad no-reflexiva, no pensante, no deliberativa, aquella acción con umbral mínimo de conciencia, la que constituye la base y condición primaria de la acción humana.
Para entender mejor esto imagínense que van conduciendo en una plácida carretera del sur. Vas disfrutando tus pensamientos, analizando, creando, discutiendo, cantando, soñando, es decir «fluyendo»… y de repente se cruza un animal a unos cuantos metros de tu auto. En ese instante aparece sorpresivamente lo que se conoce como un quiebre, entonces cuando se produce ese quiebre comienza a aparecer todo lo que antes de ese instante era transparente: el volante, los frenos, las manos, las piernas, la carretera, el miedo, la vida.
Es probable que la distinción ontológica de la transparencia no tenga una relación aparente con la transparencia a la que nos estamos refiriendo, sin embargo cuando lo observamos mejor nos damos cuenta que la transparencia se relaciona con las distinciones ontológicas y con todas ellas danza naturalmente.
- En la ontología del lenguaje, el observadorgenera acciones y éstas a su vez generan resultados.
En un segundo nivel la transparencia ofrece al observador una mirada desde lo ético y lo profesional para evaluar la coherencia que hay, entre el observador, las acciones y los resultados.
- Tal vez la mejor manera de entender un fenómenode una explicación es someter lo que estamos observando a una prueba de transparencia.
Imaginemos que en una organización, el balance de fin de año arroja como fenómeno una pérdida importante de dinero. Ese es el fenómeno. Las explicaciones de porqué sucedió eso, pueden ser una lista interminable de razones si no se ha actuado con transparencia.
- La transparencia nos entrega afirmacionesverdaderas, que se apoyan en las evidencias y el sentido común. También nos da la responsabilidad de emitir juicios fundados, apoyados en los valores que prometemos cuidar.
- Una declaración puede cambiar al mundo, sin embargo esa declaración puede no ser transparente. Cuando los Estados Unidos le declaran la guerra a Irak, esta declaración se cumplió, sin embargo las razones que se invocaron para declarar la guerra finalmente nunca se comprobaron y no se encontraron rastros de armas nucleares en ese país.
Esta relación de la transparencia como una emoción, y un valor, es un bello tema para reflexionar…siempre.
Enemigos de la transparencia:
- Uno de los grandes enemigos de la transparencia es lo que se entiende como la zona de confort. Nadie hace nada porque igual las cosas funcionan. “Recibo mi plata a fin de mes y trabajo harto”, “Estoy cómodo así, ¿para qué revolver la cuestión?”
- El miedotambién es un gran enemigo. Tomar la decisión de transparentar la gestión de una empresa puede traer problemas. “La gente se va a irritar”, “En una de esas salgo yo en algo”, “tengo tejado de vidrio, me van a pillar”, “la gente se va a atemorizar si ven algo malo”.
- También la cegueraes un enemigo terrible para la transparencia. No querer ver lo que sucede es un impedimento casi insalvable para instaurar la transparencia. Aunque haya luz, el ciego no la verá.
Más allá de estos ejemplos, los verdaderos enemigos de la transparencia son las malas prácticas, los malos hábitos y la falta de fidelidad con los valores. Quienes abusan del poder, de las confianzas, los que se aprovechan de las circunstancias para sacar ventajas personales, siempre harán lo imposible para que la transparencia no invada sus territorios.
“Que la vida es así, que vemos nuestros errores —oscuros rincones de nuestras almas— y aprendemos a convivir con ellos hasta que un buen día, sin saber bien por qué, damos ese salto luminoso que materializa nuestros sueños, nuestros anhelos de claridad y de transparencia”
(Sabora)