La Codicia es General

La historia del Ex Comandante en Jefe del Ejército Chileno General Juan Fuente-Alba no es muy diferente a La historia de Tomás, (https://jorgeolalla.com/la-codicia-de-tomas/),  la diferencia es que Don Juan se aprovecha de un cargo del más alto honor, cuyo deber es servir a la Patria y está conferido por el Gobierno de Chile.

Muchas veces nos preguntamos cómo una persona sin ética ni moral puede acceder a tan alta investidura ¿Cómo logró pasar entre las patas de los caballos?, todos diestros controladores y verificadores.

El caso es, que este señor, llegó ahí y en sus cuatro años de Comandante en Jefe se comportó como un verdadero depredador. Uso todos los modus operandis conocidos para apropiarse indebidamente de los bienes patrios, por decirlo militarmente.
Luego de eso farreaba vistosamente despilfarrando esos dineros que le correspondían a la institución y no a él, por muy jefe que sea. Dineros que a su vez provenían del cobre, que es el sueldo de Chile y de todos los chilenos.

¿Cómo y cuándo comenzó a hervir esta locura en la cabeza de este General?

Al parecer esto comenzó cuando fue ascendido al grado de Mayor y en ese nivel comenzó a viajar y a codearse con una élite mundial donde el dinero no es un problema. Tal vez don Juan, en su asombro, pensó que para él sí era un problema porque él siempre pensaba que sin el uniforme, se sentiría desnudo. Entonces el dinero  para fue un tema vital.

Un día durante ésa época, éste Mayor tal vez rindió sus gastos de viaje omitiendo algunos detalles, algo de poca monta, que no molestara su honor ni repicara en su conciencia: “es algo insignificante comparado a mi entrega” pensaba. Seguramente siempre tuvo ese pensamiento durante el resto de su carrera militar “Me lo merezco. La Patria me recompensa”

Cuando fue interrogado exhaustivamente por la Ministra confesó algunos de los hechos, lo que fue suficiente para encausarlo.

Es probable que durante los interrogatorios, don Juan haya querido confesar sus pecados para ¡por fin! aliviar el agotador esfuerzo de mentir y mentir frente a las evidencias, frente a la prensa, a sus camaradas, a la familia militar, a su propia familia y frente al espejo. Cansado y angustiado de preparar sus discursos a las tropas con palabras inflamadas de lealtad, honor y Patria, para luego llegar a su despacho a tramar nuevas apropiaciones indebidas.

Con esta confesión, al menos podríamos decir que el General fue honesto y contó lo que realmente hizo. Ahora sólo deberá reparar el daño y seguramente, considerando su honestidad, tendría facilidades.

Pero no…

Sus abogados le aconsejan seguir en la negación total de los hechos y reclamar ya que durante los interrogatorios de ese día, don Juan no habría sido tratado dignamente, incluso, afirmaban, no se le permitió comer. Entonces apelaron.

Frente a esto la abogada de Consejo de Defensa del Estado María Inés Horvitz, junto con pedir el rechazo del amparo, dijo:

“Un militar, que está dispuesto y preparado para morir
por la patria,  imagino que está preparado
para resistir un interrogatorio”.

 

La Corte Marcial también rechazo la apelación.

Acerca de Jorge Olalla Mayor

Publicista, Director Creativo, Coach Ontológico
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