Pareciera que desde siempre en Chile han habitado 2 países.
Hasta ahora nadie se ha atrevido a proponer la idea de separarse, a pesar de que todos los chilenos tenemos muy claro que es una real posibilidad para terminar con está violenta convivencia en un contexto que nos tiene atrapados, estancados y en un peligro inminente.
La nueva Constitución podría asumir con sinceridad la magnitud de nuestras diferencias y declarar la creación de dos nuevas Naciones:
Chile del Norte
“República Democrática Chilena”
Chile del Sur
“República de Chile”
(Si de esta forma consiguiéramos vivir en paz ¿En cuál te gustaría vivir?)
Es tiempo de hacernos cargo de nuestras diferencias y aceptar que son irremontables; ha quedado claro que durante estos últimos 30 años, en vez de ellas amainar, se han agudizado al más alto nivel de odios, rencores y un clima sostenido de violencia.
En condiciones como ésta, todo puede suceder, menos vivir en paz.
Entonces para la campañas de propaganda las dos opciones deberían seducir a los chilenos con sus argumentos para que cada ciudadano elija en cuál de estas nuevas Repúblicas desea habitar.
Entonces haríamos un plebiscito para elegir entre 2 Zonas: La Zona Norte y la Zona Sur.
La pregunta del plebiscito:
– ¿QUÉ SISTEMA POLITICO PREFIERE?
- DERECHA —
- IZQUIERDA —
La opción que gane tiene el privilegio de elegir la zona que desee.
Si por alguna razón la división Norte – Sur no fuera bien recibida y aumentaran las diferencias, habría una alternativa:
Chile del Este
“República Oriental de Chile”
Chile del Oeste
“República Occidental de Chile”
En este caso las Repúblicas serían 2 finas y larguísimas franjas, es decir con larguísimas fronteras comunes… (Hay un dicho que dice «Mientras más estrecha es la frontera, mejor es la convivencia»)
Ambas opciones estarían disponibles como posibilidades, será cuestión de elegir.
En Corea esto ha funcionado a la perfección.
Después de 60 años de separación, no se conocen quejas de ningún lado.
Los de Corea del Norte no pueden quejarse
y los de Corea del Sur no tienen de qué quejarse
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… os recomiendo:
No nos une el amor, nos une el espanto