Durante los próximos largos meses no habrá otro lugar “más seguro” que el de intentar balancearse en la cuerda floja; donde el pestañear, aunque sea una milésima de segundo, puede ser fatal.
Hay un virus (que puede ser mortal) invadiendo el mundo, país, las ciudades y los barrios.
Es invisible, pero está presente en todas las horas y minutos de nuestra vida, en nuestras conversaciones, en nuestras oraciones, en las noticias, en nuestros temores, en nuestras angustias y en la incertidumbre del futuro. Estamos aterrorizados, como nunca antes lo estuvo la humanidad en su conjunto.
No es necesario ser pitonizo para entender que esta pandemia, como mínimo, puede durar un año y también más. Nadie lo sabe, sólo podemos deducir que durante al menos un año vamos a vivir encerrados, confinados, encarcelados… por orden de un tirano que ahora domina el planeta y que lo llamamos virus covid-19.
Vivir en la cuerda floja es un arte que cultivan religiosamente algunas personas en el mundo. Son esos equilibristas que desafían justamente lo que casi ningún ser humano desea experimentar: el abismo.
El miércoles 7 de agosto de 1974, los transeúntes del Bajo Manhattan se detuvieron bruscamente para presenciar un evento complejo, anormal y extraño que quebrantó la dinámica cotidiana de la ciudad. En el cielo vieron una figura desplazarse; no era un pájaro, tampoco un avión, y mucho menos Superman. Aquella gran algarabía montada a mitad de la calle, se debía al temerario acto de Philippe Petit, un funámbulo francés que caminaba, a más de 400 metros sobre el suelo, encima de una cuerda floja que conectaba las partes superiores de las Torres Gemelas del World Trade Center.
Seguramente, ésta es una de las más grandes hazañas conseguida en esta disciplina conocida como “La cuerda floja”.
Te recomiendo el fim:
The Walk (película) The Walk (conocida como El desafío en España y En la cuerda floja en Hispanoamérica) es una película dramática estadounidense de 2015, dirigida por Robert Zemeckis y escrita por Zemeckis y Christopher Browne. Está basada en la historia real del funámbulo francés Philippe Petit.