Alguna vez fue elegido limpiamente en una limpia elección y su gobierno fue diferente y aportó a su país Bolivia, entonces Evo animado por sus aduladores, pensó que su llegada al poder era un designio del universo, una decisión de Dios y dio rienda suelta a su perverso narcisismo.
Se sintió todopoderoso y a su vez sintió el miedo de perder ese maravilloso poder; entró en pánico, se vendió a malas juntas, usó malas prácticas y entregó su alma a la codicia… hasta que lo pillaron ¡qué humillante¡
Evo estuvo alguna vez muy cerca de trascender en su pueblo como un referente valórico pero él no honró sus valores y sucumbió a la codicia.
Lo que viene para él, sea lo que sea, será una vergüenza para quien engañó a su pueblo que confiaba en su mandato y le otorgó empatía, confianza y buena fe.
Quienes son o eran referentes, hoy no están soportando ni auditorías ni transparencias. Muy pocos se salvan de haber abusado, de haber manipulado, de haber engañado a quienes los seguían y los amaban con total devoción.
Una brutal decepción.