La tentación aparece una sola vez y su oferta es excitante y lujuriosa. Si caes en la tentación, lo que viene después se llama corrupción. Y si logras no caer en la tentación, se llama honor y el honor te acaricia con el orgullo y la paz.
Una persona corrupta puede volver a ser honrada, es una cuestión de voluntad que se traduce en una gran batalla, para erradicar de la mente la tentación que lo corrompió.