Los planes de Lavín

El Alcalde, la TV y la Prensa ya instalaran un juicio lapidario ”Los vecinos de Las Condes son discriminadores” y créanme que ese juicio va a acompañar siempre las conversaciones que vengan, lo que quiere decir que la batalla estaría totalmente perdida.

Si no cambiamos la forma de encarar este problema no habrá cambio alguno y vamos a llegar exactamente a donde nos dirigimos, es decir a una severa pérdida de nuestro patrimonio.

Todo esto Joaquín ya lo sabía y con su equipo lo tenía perfectamente calculado. Por una parte los vecinos son insensibles, discriminadores y él está luchando por los más vulnerables. Esa es ahora la realidad.

La opinión pública muy pronto nos convertirá en ejemplos de intolerancia y discriminación y la construcción de las próximas viviendas sociales ni siquiera se van a cuestionar.

El segundo paso

Entonces llegará la hora del cambio en el plan regulador y las constructoras podrán comprar las propiedades al precio que ellas quieran, porque de hecho ya habrán perdido gran parte de su valor. Así entonces lo que era nuestra querida comuna se va a convertir en una masa de edificios. La mayoría de ellos con el disfraz de viviendas sociales, a un muy buen precio por que estas son “viviendas sociales de Las Condes” y tienen ¡3 dormitorios y dos baños!

En Sao Paulo sucedió exactamente lo mismo y quienes han estado allá sabrán a lo que me refiero. Hay carreteras de tres pisos, es decir los vehículos pasan a un par de metros de las ventanas de los departamentos. En Sao Paulo también había Alcaldes como Lavín que engañaron a todos sus votantes.

¿Cuál es entonces el próximo paso?

Si los vecinos de Las Condes no construimos un relato coherente, asumiendo la realidad del problema, sin disfrazarlo, tal vez tendríamos la oportunidad de revertir lo que parece inevitable.

El tema central es la pérdida de plusvalía y el incierto futuro habitacional que se abre en Las Condes, ya que de aquí para adelante, el Alcalde podrá tomar cualquier decisión. Quedaremos a merced de su criterio, que como lo está demostrando lo ha perdido.

Al final somos nosotros quienes inventamos a Lavín, quienes le dimos la oportunidad de mostrarse y desarrollar sus ideas comunitarias con las cuales nos encantó. Y ha sido tanto el prestigio que ganó que hoy se cree superior y se está transformado en un abusador que puede hacer lo que quiere sin consultarle a nadie ¿Para eso lo elegimos?

Es tiempo ahora de ponerlo en su lugar y que responda a la confianza que le dimos.