Gabriel, como ya decíamos*, tuvo un lapsus genuino y su respuesta o actitud frente a la polera que recibió fue algo automático Como bien decía un famoso columnista “Gabriel habla Polaco” aludiendo a Karol Wotjyla, que a pesar de hablar más de 50 idiomas, cuando le dispararon lo primero que dijo, lo dijo en el lenguaje Polaco, su idioma nativo. Hablo su ser interior, su respuesta fue automática.
Lo de Marisel es diferente, ella habló con premeditación y alevosía.
Estaba poseída por el odio. Estaba poseída por el demonio y preparó su discurso. Ella reflexionó.
Hace unos días me llego por WhatsApp un meme que decía ¿Qué vamos hacer con los Mapuches?
Y luego aparecía una imagen de Hitler levantando el dedo y decía: “Yo sé que hacer”.
A este grupo de amigos de mi época de cadete, yo les envié un mensaje en el que llamaba la atención de que esas conversaciones eran estimuladas por el demonio. Celebrar los crímenes es una conducta demoníaca en la que no podemos participar. La alusión al holocausto es algo que no se puede trivializar, es un sufrimiento atroz, desmedido, impropio no sólo de seres humanos, también de animales.
Es vital combatir férreamente estas conversaciones que dañan nuestro cerebro y nuestras relaciones y para eso se necesita de mucho coraje. Nuestro país necesita de un pensamiento divino, humano y emprendedor. De nuestras conversaciones se va construyendo el devenir y esas conversaciones deben estar inspiradas por la Paz.
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