“El perdón y el olvido son la armadura que te protege de las bajezas del destino»
El perdón es el acto de mayor grandeza al que puede acceder un ser humano para estar en paz.
El camino del perdón lo puedes distinguir nítida mente en medio de la oscuridad. Es una luz titilante que se niega a morir y que al seguirla comienza a amanecer hasta quedar completamente iluminado .
Es un acto casi mágico que confiere la paz a quien lo pide y a quien lo da.
A veces el perdón se pide y no se da, o bien a veces perdonamos sin que el perdonado lo haya pedido. La grandeza del perdón estará siempre para quien lo ejerce.
El perdón es un acto de amor, y como todo acto de amor nace del miedo que es su opuesto.
La ausencia del perdón es la venganza, el resentimiento que se anida en nuestra alma y nos hace su esclavo permanente. Por eso el perdón nos regala la libertad, el fin del martirio, la ansiada paz.
Los actos del perdón son tres:
Yo te pido perdón
Yo te perdono
Yo me perdono
Tal vez injustamente, el Coaching Ontológico no le asigna al Perdón el lugar destacado que se merece.
El perdón aparece entre las 6 declaraciones básicas y tiene un rol secundario en las 4 emociones básicas. Sin embargo durante el programa de formación,se vive todo el proceso desde el perdón de los perdones relegados, olvidados, anidados o atrapados.
En lo personal, mi proceso de formación fue un largo recorrido de perdones, especialmente el perdonarme mis pecados. Eso fue lo grande de mi proceso.
Frases de Perdón
“Señor, perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden”
Jesus
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“El perdón es una decisión, no es un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió”
Madre Teresa de Calcuta
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El perdón es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe”
William Shakespeare
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» El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar”
Martin Luther King
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“No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón.
SS. Juan Pablo II
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«Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más”
Oscar Wilde
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“Perdónaselo todo a quien nada se perdona a sí mismo”
Kung FuTse, Confucio
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A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho.
Jacinto Benavente
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¿Los enemigos del perdón?
El Orgullo y la Arrogancia.
Así como el cáncer va devorando las células de la vida, el orgullo, la arrogancia y la codicia depredan los valores humanos.
¿Por qué nos cuesta tanto perdonarnos?
El verdadero Perdón se escucha nítido y profundo en quien lo da y en quien lo recibe. Es tan potente su mensaje que puede resolver en el acto un conflicto histórico.
No es lo mismo cuando decimos «lo siento» ,»discúlpame», ahí estamos haciendo un gesto de perdón y por la fuerza de la costumbre los gestos de perdón no nos cuesta mucho hacerlos.
Los gestos de perdón son comunes en contextos que son los cotidianos, del día a día, en nuestra danza diaria con nuestros compañeros de trabajo, nuestros amigos, nuestra familia, los transeúntes y los ciudadanos que se cruzan. Aún así estos gestos de perdón son muy importantes, también a veces son insuficientes.
Los gestos de perdón al ser recurrentes se tornan transparentes. Curiosamente aparecen cuando faltan, cuando no se dan: «ni siquiera se disculpó», eso es una falta grave, equivalente a no dar las gracias.
El verdadero (o gran perdón), debe vencer a la impotencia, a la rabia, al resentimiento y a tanto tiempo ocupando la mente en ello. Hay un tremendo capital invertido en ese inútil sufrimiento.
Por último, el perdón en ocasiones significa, como condición de satisfacción, reparar el daño.
Superar esa condición es una prueba gigante.
El perdón es un ritual doloroso, por eso cuando se da o recibe, produce un alivio tan grande.